El Diccionario básico de canarismos (en adelante, DBC) fue publicado por la Academia Canaria de la Lengua en el año 2010. El equipo redactor estuvo compuesto por los miembros de la Comisión de Lexicografía de la Academia Canaria de la Lengua.
El DBC tiene un planteamiento eminentemente didáctico, de ahí que tanto en la macroestructura como en la microestructura de este catálogo se haya cuidado en extremo la elección del corpus y la claridad de las definiciones.
Está formado por 4708 entradas, que se hallan ordenadas alfabéticamente. En la selección del corpus se ha aplicado un criterio diferencial, esto es, se recoge exclusivamente el patrimonio léxico, incluyendo el fraseológico, que no pertenece al llamado sistema contraste, en este caso, el español general. Entre las voces que recoge se encuentran las más representativas del léxico propio de la modalidad lingüística canaria. Concretamente, las unidades seleccionadas son:
1. Voces de uso general en Canarias y de amplia difusión y vitalidad entre sus hablantes.
2. Voces que, sin ser generales en el Archipiélago, son de extenso conocimiento en la mayoría del territorio insular.
3. Voces características y peculiares de cada una de las Islas.
4. Voces pertenecientes al lenguaje especializado de la cultura y la naturaleza de Canarias: flora, fauna, pesca, gastronomía, artesanía, juegos infantiles, deportes autóctonos, etc.
También recoge el DBC una selección de fraseologismos, seleccionados de entre los de mayor frecuencia de uso.
En lo relativo a las definiciones, el DBC cumple con los requisitos pertinentes: ser sustituibles por el definiendum y evitar la circularidad y las pistas perdidas. Para facilitar la consulta (no se olvide el carácter didáctico de la obra) se huye, en los casos en los que es posible, del uso de voces dialectales en la definición. Merece destacarse, finalmente, el abundante empleo de ejemplos, que complementan las definiciones. Se consignan en letra cursiva tras la definición, y están directamente relacionados con el propósito didáctico de la obra. En todos los casos son textos reales adaptados al discurso lexicográfico, que no solo permiten conocer cómo se usa la palabra, sino que aportan informaciones de tipo etnográfico y cultural de gran interés.